El pasado mes de enero, coincidiendo con mi viaje a la isla de Tenerife, tuve el grandísimo honor de conocer al fotógrafo Alberto Mahtani. Ya habíamos hablado sobre la posibilidad de hacer algo juntos, así que cuando se presentó la oportunidad no la quise dejar escapar. Si curioseas su perfil de Instagram o su web, te darás cuenta con facilidad de que Alberto es un apasionado de la fotografía, muy atento al detalle, con una estética cuidadísima que en absoluto parece artificial. Después de conocerlo personalmente, puedo decir que es un tremendo profesional, a la par que una persona encantadora, afable, graciosa y muy respetuosa. Desde aquí, Alberto, te doy las gracias nuevamente por todo. Ha sido un privilegio.
El lugar donde se realizaron las fotos que vais a ver se llama Tajao, es un sitio mágico que me encandiló desde la primera visita. Se trata de un pequeñito pueblo de pescadores en el suroeste de Tenerife, que posee un litoral rocoso espectacular, único y salvaje. Alberto me había propuesto otro sitio, también muy bonito, para realizar fotos de exterior, pero encontrándose Tajao entre las opciones deseaba de corazón que pudiésemos realizar el shooting allí, y finalmente así fue. (Nota para viajerxs: aunque no pudimos corresponder con la tradición, dicen que si vas a Tajao es obligatorio comer pescado… y doy fe de que merece la pena.)
Sobre el título escogido para el editorial, decir que surgió casualmente en una conversación posterior al shooting con una desconocida anónima (realmente ni es desconocida ni es anónima, pero he de proteger la identidad de mis confidentes). Le compartí algunas de las fotos que ya me había pasado Alberto y empezamos a hacer comentarios completamente inventados de lo que retrataba cada una. Casualidad o no, todo lo que decíamos llevaba alguna referencia a la mitología griega; en una de las fotos en las que salgo de espaldas mirando al mar, mi comentario fue «en esta foto soy Calipso, mirando a Ulises navegar lejos de mi isla» (sic). Creo que entonces algo hizo clic en mi cabeza y comenzó a germinar la idea de que ese podría ser el concepto detrás de las instantáneas, o al menos la temática de un conjunto de fotografías, pues ya el trabajo de campo estaba realizado. Otro de los clics que tuve fue la asociación musical, pues la canción Calypso de Suzanne Vega está entre mis favoritas de todos los tiempos. Pensé entonces que no sería mala idea que este editorial estuviese mecido por notas musicales. Por eso, al terminar estas líneas encontraréis una mini-playlist de Spotify, porque estas fotos tienen banda sonora propia.
Por cierto, las canciones escogidas, por el orden dispuesto, si las escucháis atentamente os contarán una historia.
Vamos con el editorial. Espero que os guste.
Más fotos que de costumbre, ¡lo sé! Me gustan todas y se me hacía díficil la elección 🙂
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Look #1:
Conjunto: Annabelle, de ID Sarrieri
Falda : Zara
Look #2:
Conjunto: Nova Black, de Bluebella
Camisa: Zara
Look #3:
Conjunto: Conjunto Belle d’Ispahan, de Aubade
Look #4:
Body: Oysho (old)
Abrigo: Zara
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Fotografía: Alberto Mahtani
(Portfolio Boudoir @elefectogalatea – DulcementeSexy.com)
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Las fotos han sido editadas. Mi cuerpo no ha sido alterado en la edición.
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Todo este reportaje pertenece a sus creadores. Quedan reservados todos los derechos.
2 Comments
Lo he disfrutado a tope Julia. Es el placer mayor poder disfrutar el estilo y la sensualidad con mayúsculas. No hay nada que produzca más placer. Es inevitable la atracción que produces. Tus formas tu mirada tu boca tu pecho y tu cuerpo desnudo son de una verdadera diosa. Tu gusto es exquisito.
Muchas gracias
Que pasada de fotos en un entorno preciso. Muy bonitos los distintos conjuntos sobretodo el de Aubade. Me ha gustado tb mucho el body. Mejor modelo no se puede pedir.
Gracias Julia.