Las medias y los pantys son la forma perfecta de proteger y adornar nuestras piernas, pues existen en una amplia variedad de estilos y materiales. Indiscutiblemente, son un must en nuestro armario de lencería. Lo curioso es que da igual que te hayan costado mucho o poco: nada rompe el corazón más que esa primera rasgadura o, peor, un agujero en las medias. Arreglar unas medias rotas es algo que nos ha ocurrido a todas y, a la fuerza, hemos tenido que ir buscando trucos para conseguirlo. Ahora que ya comienza el frío y la temporada de vestir nuestras piernas con esta prenda tan delicada, qué mejor que recopilar los mejores remedios para reparar las medias rotas, además de darte algunos consejos para que no se rasguen y duren más.
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Cómo arreglar unas medias rotas, evitar que se rompan y duren más tiempo
Ya sean unas socorridas medias negras tupidas o unas con un diseño más laborioso, lo cierto es que cuando compramos medias y pantys queremos que nos duren. Seguramente, durante las primeras veces que las usamos tenemos más cuidado; sin embargo, según va pasando el tiempo vamos cogiendo confianza y nos despreocupamos, olvidándonos de que esta prenda es tan delicada que cualquier tontería puede acabar con ellas en un abrir y cerrar de ojos.
Los siguientes consejos te ayudarán a que las medias duren más tiempo, así como a evitar que se rompan (o, al menos, retrasar lo máximo posible tal fatídico evento).
1. El estilo correcto
¿Te has fijado que en los paquetes de medias y pantys aparece un número seguido de «den»? Si no sabes lo que significa, aquí una breve explicación: den es la abreviatura de deniers, que no es más que una medida que establece el grosor del hilo de la media o panty. Cuanto menor sea el número, más finos y transparentes, por lo tanto más cuidado hay que tener con ellos. A partir de un 60 den los pantys son más gruesos, opacos y, por lo tanto, resistentes. Resumiendo: aquellos pantys o medias con los que las piernas no se transparentan son los que aguantan más.
2. Ponerlas poco a poco
El error más común suele ser en no saber cómo ponerse las medias. Definitivamente, no hay que ponérselas como si fueran un pantalón, pero por si hay dudas, aquí va un mini-tutorial sobre cómo ponerse medias de forma correcta.
Primero, enrolla toda la media o panty hasta llegar a la puntera. Introduce el pie correspondiente con cuidado y ve desenrollando la tela hasta llegar al tobillo. Después haz lo mismo con el otro pie. A partir de aquí la idea es sigas desenrollando poco a poco y por turnos, igualando las dos piernas, hasta llegar a la cintura. De esta forma controlarás en todo momento que no se giren y no estarás estirando la media más de lo debido.
Otra forma adecuada de ponerse las medias y que también evita el incómodo/frustrante giro quizá más aconsejable cuando tienes experiencia llevándolas, es enrollar toda la media hasta la puntera y, sobre la punta de los dedos de los pies, introducir las dos manos y desenrollar desde dentro.
3. Cuidado con las uñas
En las manos, cualquier astilla puede causar estragos, con lo que una manicura bien hecha es obligatoria. ¿Y qué sucede si, por ejemplo llevas unas uñas stiletto o eres muy patosa y terminas tirando fuerte de las medias para subirlas? ¿Significa que no puedes usarlas? En absoluto. La solución, muy poco conocida, es usar guantes especiales para medias. Sí, como lo estás leyendo. En el catálogo de una de mis firmas de medias preferidas (aka Wolford) podemos encontrar unos guantes de satén que, además de ser preciosos, son el aliado perfecto a la hora de ponernos las medias ¡sin dramas!
Si no los encuentras, o no quieres gastarte tanto en un artículo así, otra opción válida y bastante económica es usar guantes de algodón, como los que se usan en joyería.
Respecto a las de los pies, lo mejor es llevar las uñas cortas y, por supuesto, bien limadas. Como extra de prevención, también puedes ponerte calcetines invisibles primero y por encima las medias (al revés no tiene sentido). De esta forma, evitarás la desagradable sorpresa de descalzarte y encontrarte con un agujero. Personalmente, uso los calcetines invisibles deportivos de Primark, porque son algo más gruesos que los convencionales de verano y no sobrecalientan el pie.
4. Lavado y secado
Sobre cómo lavar la lencería ya hay un post escrito que te invito que leas si todavía no lo has hecho. Una vez más, lo aconsejable es lavar a mano. Sin embargo, podemos usar la lavadora con la precaución de meter las medias o pantys en una bolsa de lavado especial diferente a la de los sujetadores o en el interior de una funda de almohada, por ejemplo; de esta forma evitaremos que se enganchen con botones, cremalleras o cierres de otras prendas. Recuerda usar siempre un detergente adecuado para prendas delicadas. Para secarlas, mejor al aire sin que reciban luz directa del sol. Los suavizantes y la secadora están terminantemente prohibidos. A la hora de guardarlas, no las mezcles con prendas o cosas con las que se puedan enganchar. Mejor reutiliza su embalaje original (si es posible) o dedícales un compartimento aparte en tu armario o cajón de lencería.
5. El tamaño importa
Si se te hacen carreras en las medias sólo con mirarlas y nada de lo anterior sirve, quizá la solución sea utilizar una talla más grande. En los paquetes de medias podrás ver una tabla de relación entre altura y peso mediante la que poder averiguar la talla que llevas. Mi experiencia me lleva a coger una talla superior a la que me indica esa tabla, por una simple razón: mi constitución física. Mis muslos y mis caderas entran en una S de Calzedonia (y de otras marcas de acuerdo a esas tablas), sí, pero no sin antes sudar la gota gorda para subir el panty con cuidado, sin dar tirones y sin que se gire. Con la M, sin embargo, siento que el tejido no se estira tanto -cuanto más se tenga que estirar, más de dañarán las fibras y menos durarán. Además me resulta más fácil de poner y, desde luego, me siento más cómoda.
6. Piel hidratada
Del mismo modo que los padrastros o unas uñas mal limadas pueden causar desperfectos, si la piel presenta irregularidades el tejido de las medias se verá dañado. Para esto, lo mejor es una buena capa de hidratación, así que échate una buena capa de loción corporal en ambas piernas antes de ponerte medias. Si sufres de talones agrietados y resecos, el truco del calcetín invisible te funcionará genial.
7. Joyas, bolsos y zapatos
Todo tiene su tiempo. En concreto, el momento de ponerse anillos, pulseras e incluso el reloj es después de haberse puesto las medias. Del mismo modo, antes de quitarte las medias asegúrate de no llevar ninguna pieza de joyería o bisutería puesta.
El material y la manera en que algunos bolsos que se cuelgan del hombro rozan las medias pueden provocar que se desgasten y causen enganches o roturas. También hay que prestar atención si ponemos el bolso en nuestro regazo cuando nos sentamos.
Algunos zapatos, especialmente botas, incorporan accesorios metálicos que si están en contacto con la media pueden rozarla o directamente romperla, generalmente al cruzar las piernas. Tienes varias opciones: evitar el uso de botas con este tipo de adornos, evitar el uso de este tipo de botas con medias con denier bajo, evitar cruzar las piernas (que, además mejora la circulación) o usar medias más tupidas. Por otra parte, las medias son más susceptibles de engancharse a las cremalleras de las botas. Teniendo en cuenta que usamos las botas cuando el tiempo es más frío, poner un calcetín por encima de las medias no sólo ayudará a protegerlas, sino que te mantendrá los pies calientes.
8. Atención a las mesas y sillas
Las superficies y los objetos con texturas ásperas, filosas o poco uniformes pueden engancharse en tus medias así que ten cuidado donde te sientas y donde te apoyas. Prevenir es curar, y si no quieres destrozar tus medias evita por todos los medios acercarte a estas superficies. Con todo, si te tienes que sentar sobre una superficie de madera o de cemento, procura poner algo primero sobre lo que sentarte (un periódico, por ejemplo). Como hacían nuestros abuelos, sí.
9. Tirones no, gracias
Si se te caen los pantys, no les des un tirón hacia arriba para subirlos. Esto sólo conseguirá que las fibras se dilaten e incluso provocar una irremediable carrera. Por incómodo que sea, si no quieres dañar tus pantys lo mejor será que esperes a ir a un aseo y, una vez allí, te los subas desde abajo.
10. La calidad tiene un precio
¿Lo barato sale caro? Desde luego que sí: la calidad se paga. Con las medias y pantys a veces entramos en el bucle de comprar-usar-tirar, y en lo que nos compramos cinco pantys baratos uno más caro estaría durando todo ese tiempo. Por otra parte, unas medias de calidad emplean materiales mucho mejores. El algodón no engaña, ni el tacto tampoco. Recuerda que la sensación de un tejido cuando lo tocas con tu mano se verá amplificada cuando el tejido en cuestión esté en contacto con tu piel. Seguro que no quieres renunciar a que tus piernas se vean bonitas y que, además, se sientan muy suaves.
Cómo arreglar las medias rotas: soluciones a tu alcance
Incluso poniendo todo el cuidado del mundo, en el momento menos pensado (y cuando más prisa tienes), sucede lo indeseado: un agujerito o un rasguño que amenazan con convertirse en una carrera y destruir tu par de medias favoritas. ¡Que no cunda el pánico! Alguno de los siguientes trucos te ayudará a reparar las medias rotas para seguir usándolas.
1. Laca del pelo
Una vez puestas las medias, aplicando una capa de laca por encima ayudarás a que las fibras se endurezcan y sean un poco más resistentes. Si ya ha ocurrido lo peor y tienes un agujero, sácate las medias con cuidado y aplica laca por el interior y exterior de la media, esperando bien a que se seque antes de volver a ponértelas. No es una solución definitiva, pero es una solución temporal a la espera de poder aplicar la que viene a continuación.
2. Pintauñas transparente
Una laca de uñas transparente es uno de esos productos multiuso que, aunque se encuentren en el cajón de belleza, nos ayuda en muchos menesteres. Si has detectado la aparición de un agujero o rasguño que amenaza con convertirse en carrera, aplica un poco de laca de uñas alrededor de la zona dañada, procurando extenderla bien más allá de los bordes para asegurar que el tejido no se siga rompiendo.
Si ya ha empezado a hacerse una carrera, sella bien los extremos de la misma con el mismo método.
3. Aguja e hilo
Incluso aunque no seas una experta costurera, este es un apaño que puedes hacer perfectamente. Imagina que el agujero a arreglar es un reloj. Con un hilo del mismo color que la media, haz una puntada que vaya desde las 12 a las 6; después otra desde la 1 hasta las 7; de las 2 a las 8, etc. La idea es ir rellenando el vacío con esta técnica, pues lo de ir en zigzag o de un lado a otro no va a solucionar mucho -además de ser un remiendo nada estético.
4. Divide y vencerás
Si compras packs de pantys seguro te ha ocurrido que tienes algunos que están dañados sólo en un lado mientras que el otro está perfecto. Qué rabia da, ¿verdad? Por suerte, con esta técnica podemos reciclar las piernas buenas de los pantys y hacer unos nuevos. Y sin necesidad de coser.
Extiende el panty y córtalo por la costura que divide la entrepierna en vertical pero detente al llegar al elástico de la cintura, pues tendrás que conservarlo entero. Cuando hayas hecho esta división central, deshazte de la pierna mala cortando por debajo de la cintura elástica. La idea es que te quede la pierna buena con todo el elástico de la cintura. Repite el proceso con otro panty que quieras rescatar. ¡Listo! Ahora, cuando te los pongas, la cintura elástica que no tiene pierna cumplirá la función de sujeción.
Conclusión
Espero que, tras la lectura de este artículo, hayas aprendido cómo arreglar medias rotas y, por supuesto, a cuidarlas para que eso no ocurra. Si bien es verdad que a veces no hay mucho que hacer, toda prevención es buena, y poniendo en práctica los consejos anteriores no tendrás que preocuparte sobre más medias o pantys rotos.
Cuéntame: ¿conocías todos estos trucos? ¿Tienes algún otro que quieras compartir? ¡Déjalo en los comentarios!
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